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¡Reprograma tu mente!

El ser humano es un ser biológico y por lo tanto es capaz de adaptarse a un sinfín de situaciones, posibilidades, y programas…

Estos programas que aprendemos de nuestro núcleo familiar, papá, mamá, hermanos y también de nuestro árbol genealógico (todos nuestros ancestros), nuestra cultura, el país donde nacimos y el país donde vivimos, la educación que recibimos, etc, son los que van a “dirigir” nuestra vida un 95 por ciento, 😮 ¡Así es, 95 por ciento de nuestros actos, palabras, pensamientos, patrones, y programas son 95 por ciento inconscientes!

Son tan inconscientes que como seres biológicos los adoptamos, acogemos y ejecutamos de manera automática. En muchos de los casos sin pensar o reparar en ellos, simplemente actuamos en torno a estos; Como son “heredados” por nuestro entorno, es importante hacerlos conscientes, ¿Y cómo los hacemos conscientes?

¡Se hacen conscientes cuando los descubres! Sí, esa es la palabra correcta, porque son tan en automático que ni siquiera sabes que los tienes.

¿Y cómo los descubres?  A través de hacer un estudio de tu familia, en lo que en terapia le llamamos “transgeneracional”. Para ellos es necesario saber toda la información o la más posible de tus ancestros, tus padres, sus historias, sus secretos, o secretos a voces.

En algunas ocasiones en consulta me preguntan: Chío, ¿Para qué quiero saber yo de mi abuela, si ni siquiera la conocí? A lo que les respondo: “Para que las nuevas hojas del árbol crezcan sanas o vuelvan a resurgir (tú eres la hoja fresca) por lo que es importante “remover” la tierra para ver si las raíces están sanas (tus ancestros).

 

La herencia de programas que adquirimos tan solo por el hecho de haber decidido pertenecer a esa familia es un hermoso océano de autoconocimiento, hacerlas conscientes te sana, te libera y lo mejor aún: liberas a tu “clan” a tu “celula” a tu familia 👨‍👩‍👦‍👦

 

Si eres padre o madre el mejor regalo que les puedes otorgar a tus hijos es tu sanación, el liberarte de esos programas porque al liberarte tú, los liberas a ellos para que ambos sigan su camino por esta vida libres, viviendo eso gozo de libertad. ¡Y si no eres padre o madre, entonces será el mejor regalo que puedes darte a ti mismo! ¡Liberación total!

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