Cada uno de nosotros tenemos la capacidad de transformarnos y esta transformación puede ser a nivel físico, emocional, mental y espiritual.

Cuando conectamos con nuestro ser superior y comenzamos a abrir un infinito mundo de posibilidades, es cuando sucede todo aquello que yo llamo ¡Milagros! Y los milagros no son más que la transformación de los deseos, sueños y pensamientos ¡Convertidos en materia!

¡Si! ¡Cuando logras materializar esos deseos te conviertes en alquimista! Quizá te haya pasado que en algún momento, cuando estuviste enfocado y pusiste toda tu atención en aquello que tanto querías ¡Boom! ¡Lo conseguiste! 

En esta ocasión, te quiero compartir el cómo es que puedes utilizar a tu favor el poder de alquimista que tienes. La alquimia no es otra cosa más que transformar la materia. 

Para comenzar a materializar esos sueños, pregúntate primero: 

¿Lo quiero?

¿Lo necesito?

Cuando tu alma o ser superior realmente lo necesita, ya sea para tu evolución, para tu desarrollo, para tu crecimiento y además estás listo para recibirlo; de inmediato se abrirán puertas, caminos y llegarán a ti personas o situaciones que van a propiciar ¡Que eso que necesitas se te de pronto de alguna manera!

Mientras que, si lo pides desde el ego, encontrarás bloqueos, negativas y muchos tropiezos. Así que, es importante diferenciar entre “lo que quiero” y “lo que necesito”.

Cuando conectas con ese «necesito» más y más caminos se abren a ti, permitiéndote manifestar todo aquello que por mandato divino te corresponde en este plano para tu evolución.

Te pongo unos ejemplos: 

Quizá tú soñabas con ser médico y te esforzaste queriendo serlo y tal vez hasta ¡Lo eres! Pero era solo desde el ego y, en ese proceso de enfocarte en ser médico se te abrían más caminos o «señales», que te llevaban a ser escritor. Por ejemplo, te dabas cuenta que hacías proyectos escritos en la universidad con una facilidad maravillosa, y posterior te solicitaban que escribieras ensayos para revistas de medicina, de ciencia, etc. y tú, seguías en que querías ser médico, ganando muy poco y no teniendo tantas satisfacciones como cuando un nuevo artículo, o ensayo tuyo se publicaba y eso sucedía porque ¡Tu ser necesitaba ser escritor! Imaginas si te hubieras quitado esos “egos” llamados programas, creencias, el qué dirán, el ya estoy muy viejo para cambiar de carrera, el me voy a morir de hambre si me dedico a escribir. 

¿Te imaginas?

¡Hubieras sido o serías un alquimista increíble! Porque estarías transformando esa intención en algo material. 

Busca tu alquimista interno, conéctate con tu ser superior y hazle todas esas preguntas, no importando qué etapa, qué edad o situación estés pasando y ¡Permítete transformar esos sueños en materia!