Estamos atravesando una etapa en la que la humanidad está enfrentando cambios gigantescos, estamos dando grandes pasos y no por ello buenos pasos.

Esos pasos nos han hecho sentir y experimentar diversas emociones fuertes y de baja vibración, a algunos nos ha hecho sentir: miedo, temor, vulnerabilidad, incertidumbre; a algunos otros: poder, tiranía, y control.

Es momento de reflexionar que ambos son un «reflejo mutuo», te explico, para que haya control necesita haber la contraparte: debilidad, vulnerabilidad; así mismo, para que exista la tiranía, esta también debe tener su contraparte: el miedo, el temor e incluso para ejercer poder necesita haber incertidumbre y debilidad.

Es importante tomar conciencia de que ambas partes están ligadas unas con otras, es decir, que no puede existir una sin la otra. Por ello, lo mejor es comenzar a vivir en un estado de armonía propio, creando una realidad a través de pensamientos positivos, acciones, amor propio y sobre todo paciencia.

Algo muy sabido es que «el mal nunca es mayor al bien» ¿Alguna vez has escuchado? —¡Y hubo un final feliz! Pues si, siempre hay y pueden existir los finales felices, si nos enfocamos en el proceso, en el conocimiento obtenido, entonces sí habrá un final feliz.

¿Y cómo enfocarnos en estas dos premisas? La respuesta es ¡Estando en nuestro centro! Estar en tu centro significa tener la capacidad de convertirte en un observador de la situación, de no engancharte en el lado bueno o malo; en otras palabras, es vivir en la neutralidad siendo imparcial ante toda situación, porque cuando comienzas a vivir en la neutralidad eso te permite mantenerte en balance, es decir no te inclinas ni de un lado ni del otro.

Este “centro” o neutralidad se alcanza cuando comenzamos a comprender el «para qué» de las situaciones, cuando te das cuenta de que todo este movimiento global que sucede a raíz de la pandemia, se está convirtiendo en un caos, en una serie de atropellamientos masivos; sin embargo, dentro de todos estos sucesos se está sentando un precedente, para el orden, la armonía, la tranquilidad y toda la contraparte en equilibrio. Cuando se genera este tipo de procesos caóticos a cualquier nivel, incluso a nivel personal, es porque se está ordenando lo que se tiene que ordenar, y al final el resultado será bello.

Mantenerte en tu centro es enfocarte en lo positivo de cada situación, confiar en que el resultado siempre será positivo, confiar en tu intuición y seguirla, rodearte de personas armoniosas y positivas. 

No te permitas caer, mantén un enfoque en tu bienestar, descansa lo que tu cuerpo te pida, come a tus horas, date espacio para reír y disfruta lo que estás haciendo en este momento. Estas prácticas darán fuerza a tu cuerpo y a tu mente, para que puedas mantenerte en tu centro siempre de la mejor manera. Ten presente que es tu propio ritmo el que te conecta con la vida, siempre escúchate y conecta contigo. 

¡Todos tenemos un lugar en la vida, cuida de ti y mantente en tu centro!